¡Oh, embriaguez, que me nublas la choya, me empanzas de cebada y haces que me den hartas ganas de miar!

Tocamos atrás del Gorilaz; es como un patiezote con techo de lamina. La neta yo andaba bien cansado; salí tarde de la chamba y pa` colmo un cabrón choco contra una tubería de gas que estaba a unos metros de una gasolinera que pa` acabarla de chingar esta a unas cuadras de mi casa y entons mientras conducía por las calles de mi colonia con bote de cheve en mano, era testigo de la histeria de toda la raza: señoras corriendo como locas con los chilpayates arrastrando, carros con familias hechos madres alejándose de la Col. Obrera, señores con Valentin Elizalde en el estereo a todo vuelo, carcajeando y diciendo que el mundo se iba a acabar; en fin, todo un cuadro de histeria colectiva, como en las películas de godzilla.
Llegue al cantón, y para mi sorpresa mi amá estaba bien quitada de la pena. Me empaque una cena bien chingona ( acá de tortillitas de harina recién echas con las manos santas de mi cabecita blanca) y me quede bien dormido.
Ya como a eso de las 10:30 me habla el trusko y me dice que si no voy a ir al tokin o que tranza y pues me levante de pedo a echarme agua en la cara pa` lanzarme a la tocada. Pero, ijuesu madre! ¡Me sentía bien mal! Me ardían los ojos, sentía la panza bien llenota y la cabeza me dolía bien gacho.
Total que pase por mi ruka y nos fuimos al tokin. Pa` cuando llegamos ya había bandita afuera, y hasta un carrito de hotchos. ¡El pinche bisnes del rock va prosperando en monclohoyos!.
Pasamos y el lugar pos si esta grande, buenero pa` armar tokines. Abrieron los ultimo Aire y pues nos recetaron un set shidito que incluía rolas originales y covers (¿de the used? No se, me estoy volviendo viejo..) y luego se subió una chava a cantar con ellos “zombie” de los Cranberries; se oyó bien, le echaba galleta la muchacha y pues entre la raza regazona la bautizamos como “La Guzmán de la región carbonífera”.
Después siguieron los Metal Crash, que tocan casi puros covers de metal, pero del ponedor acá tipo Motorhead, Venom, Judas Priest y unas de los infaltables (que hueva) Metalicats.
Ya después siguieron los Transistor, que prendieron a la raza y el slam se puso rudo. Yo me puse a cantar con ellos (leyéndola desde una hojita, jejeje) la de “esta noche” del Panteón Rococó y pues el ambiente estaba shido, aunque mucha gente ya se había empezado a salir.
Pa` esas horas el Juanito ya se quería ir, y pues después de los Transistor tocamos nosotros. Y ahí fue cuando todo empezó a valer madre.
Pa` empezar el Tako otra vez no fue, así que entre pablo y yo nos intercalábamos bajo y guitarra; Luego La finura (ese es el nombre artístico del pablo guitarras) andaba tan pedo que batallo un chingo para hallar su lira (que estaba a un lado del ampli); luego no podía conectar los cables y yo me empecé a poner histérico por que estábamos haciendo un chingazo de cuadro pa` empezar a tocar, ¡ pos ni que fuéramos banda de metal progresivo o una mamada así! Total que empezamos y al pinche finolis le fallo el cable en la de “jevimotos” y aparte no hacia sus pinches coros chillones y ahí estaba yo haciéndome bolas. Luego el trusko se le antojo meter unos trompetazos detrás de mi orejas que nada que ver, nomas me sacaban mas de onda y me hacían perderme bien gacho.
Total que la guitarra medio se desafinaba en cada rola, y mucha gente se empezó a retirar gracias a nuestro chow-mágico-musical, pero pos ya encarrerados ya que. Después ahí andaban el Mun-Ra y Ulises el punki (este ultimo bien pedote como en los viejos tiempos, pateando sillas) y luego a cada rato querían que un camarada de ellos tocara la guitarra con nosotros, pero el vato quería tocar una rola de Ozzy y pues ¿cuál pinche rola de Ozzy tocamos nosotros?? ¡niuna! “Neee pos de esas no nos sabemos compa...” le dije ya medio fastidiado por que nomás me descuidaba y el pinche pablo se largaba a miar y me dejaba ahí solo como pendejo. El Juan yo creo que nomás
Se la estaba curando con nosotros ya que era el único que andaba sobrio.
La raza se amontonaba y pedía rolas, pero yo les decía: “¡Es que el pinche tako no vale madres! Ese wey es una mierda, ¿pa´que nos deja solos? ¡pa que!..” y se me quebraba la voz y los weyes de enfrente nomás se me quedaban viendo.
Bailaban y hacían slam y luego de repente se ponían a brincar a un lado de nosotros y nos desconectaban los cables y de repente se dejaban de oír el bajo y la guitarra, pero pues parecía que a nadie le importaba.
Ya pal colmo fue que me pedían la de “opinar” y que volteo a ver a La Finura como pa decirle: “a la wan , a la tu, a la wan tu tri...” y ándate que cual finolis. ¡No estaba el cabrón! Y la raza me gritaba: “ ¡Ehhhh pendejo! ¡Te falta el bajista güey!” y la raza se la carneaba y entonces yo ya medio encabronado que empiezo a gritarle al pablo puras mamadas por el micrófono, así como pa´ que se apurara el güey, pero nel; después de un rato lo veo salir del baño bien despreocupado y luego se le acercan unas morrias y se pone a cotorrear con ellas, risa y risa el cabrón y las abrazaba y la chingada y ya fue cuando me encabrone.
Apague la lira, dije: “Gracias publico, esto fue el pinche Estorbo o lo que queda de el. Puras mamadas. Gracias” y me fui a comprar una bironga. Ya desde la barrita veía que el finolis se colgaba el bajo así como diciendo: “¿qué? ¿Qué pasa? Por que se fue aquel güey? ¿Ya empezó con sus mamadas? “ o algo así. Y luego la raza empezó a gritar que tocáramos, pero yo ya no quería, la neta ya no quería. Así que regrese y dije en el micrófono que ahora resultaba que yo era el divo, no?. Por ahí un cabron gritaba que todo estaba arreglado; ¡si cabron! ¡Como no! Ahora resulta que hasta actores somos.
Total que seguimos tocando puras pendejadas desafinadas, rolas que juan no se sabía, con el bajo apagándose por que Pablo pisaba el cable y se desconectaba, pero nuestro selecto publico (como 10 cabrones igual o más ebrios que nosotros) seguía bailando.
Después de estarle haciendo a la mamada por mas de una hora, se acabo el pedo. Y todo lo que quería era dormirme. Si acaso tomarme otras 4 cheves y dormirme.
Pablo se fue risa y risa como loco y tambaleándose hacia su carro-barco; entre Juanito y trusko recogieron las cosas, y yo me fui a dejar a mi ruka y a dormir.

Neta, pinche Estorbo no vale madres.